Cuando llegan las vacaciones de Semana Santa, el verano o algún puente largo, Galicia se llena de visitantes que quieren conocer todo lo que tiene que ofrecer al turista. Una tierra de gente amable, con buena comida, clima templado y cientos de lugares únicos para visitar. Pero, ¿qué buscan los gays de fuera cuando vienen a Galicia? Y, ¿qué piensan de los gallegos al irse?
Con aplicaciones como el Bender o el Grindr en nuestros smartphones, viajar es una forma muy fácil de conocer nuevos chicos estemos donde estemos, al momento y sin necesidad de esperar horas a que nos respondan a un mensaje de una web de contactos. Todos sabemos cuando alguien nuevo viene a pasar el fin de semana, ya que su cara (en el mejor de los casos) u otra parte de su cuerpo ocupa un recuadro en nuestra app. El que viene de fuera ve una cuadrícula llena de gente nueva para conocer, toda una nueva experiencia.
Esto es igual en todas partes, pero lo que diferencia Galicia de otras zonas es que aquí es más difícil conocer a la gente, y esa es la impresión que se desprende de un estudio realizado recientemente por una conocida plataforma de contactos gays. Quitando a los cuatro de siempre que están a la que salta, los foráneos dicen de los gallegos que somos de entrada desconfiados y damos demasiados rodeos para quedar a tomar una copa. Y sí, eso es lo que buscan mayoritariamente los turistas. Quedar con alguien para tomar algo y conocer la zona, y si después surge algo más, mejor. Si vengo a hacer turismo mi objetivo es conocer sitios, no quedarme como un conejo en el hotel follando todo el día. Y aquí no se lo ponemos fácil.
Eso sí, una vez que nos conocen, el 81% de los encuestados afirman que los gallegos son personas afables a las que les gustaría mantener como amigos una vez vuelvan a su lugar de origen.
Y vosotros, ¿habéis quedado alguna vez con un turista para algo más que sexo?
